Su nombre es Craig, Daniel Craig, un actor desconocido para el público internacional, que se ha convertido en el sexto James Bond de la historia del cine. Después de dos años de búsqueda, los productores del 007 anunciaron en Londres la designación de este inglés de 37 años, poseedor de un físico radicalmente opuesto al de su predecesor, el irlandés Pierce Brosnan. Alto, delgado, de ojos azules y rostro demacrado, Craig es el primer Bond rubio en los 40 años de la serie, a pesar de que Ian Fleming, el creador del personaje, describió a su espía como alguien "de pelo moreno".

El estilo del elegido, algo desaliñado, con gesto de hombre atormentado, también se aleja del estereotipo de elegante y frívolo gentleman que con tanto éxito han interpretado Brosnan durante siete años o el pionero e irrepetible Sean Connery.

"Es un gran desafío. Uno de los más grandes para un actor. Hay que ser tonto para no pensarse un papel así, pero tiene muchísimas cosas a favor y muchísimas cosas en contra", comentó Craig.