Es la máxima expresión de deportividad de la firma de Maranello. Los números le avalan. Si el F430 es el modelo más vendido de Ferrari en España y en el mundo, la versión Spider (descapotable) es la preferida entre sus afortunados propietarios. La magia del Ferrari junto al atractivo de los descapotables forman un cóctel irresistible para quien gaste más de 208.000 euros en un coche.