A las críticas de algunos sectores estudiantiles se suman ahora las de un grupo de profesores universitarios. La Asociación para la defensa de la Carrera Académica del Profesorado de la Universidad de Extremadura, integrada por un centenar de docentes --algunos de ellos exrectores, exdecanos y excargos de Educación en la Junta--, puso el 27 de enero sobre la mesa su rechazo a parte del contenido del denominado Proceso de Bolonia --adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior-- y a como está gestionando su implantación el rectorado extremeño.

Esta asociación quiso aprovechar la jornada, víspera de Santo Tomás de Aquino --patrón de la universidad--, para expresar además su desacuerdo con los criterios implantados por la Junta, la Universidad de Extremadura (Uex) y su Consejo Social para establecer los complementos retributivos adicionales --incentivos sobre el rendimiento del profesorado--.

Según explicó Ángel Robina, presidente de este colectivo, son conscientes de la necesidad de desarrollar un sistema europeo de educación superior que permita homologar todos los títulos. Sin embargo, critican que el modelo elegido priorizará la destreza en perjuicio del saber y el conocimiento, convirtiendo la universidad en un "centro de formación profesional de grado superior‡". Además, consideran que falta dinero y recursos para ponerlo en marcha, y critican que desde el rectorado de la Uex no se les dé información sobre el proceso. "Falta claridad", subrayó Robina, que estuvo acompañado en la comparencencia en la Facultad de Veterinaria por Pedro Rodríguez y Jorge Valle, vicepresidente y secretario de la asociación, respectivamente.

CONTRA SU DIGNIDAD

En cuanto a los complementos salariales para incentivar al profesorado y los criterios utilizados para evaluar a los docentes e investigadores, Robina aseguró que la metodología elegida por la Consejería de Economía, Comercio e Innovación y aprobada por el rectorado de la Uex y su Consejo Social "atenta contra la dignidad del profesor". Según explicó, la asociación no se opone a una evaluación de su labor, algo que consideran necesario para mejorar la calidad, transparencia y prestigio de la universidad, sino al baremo implantado en Extremadura.

Robina denuncia que en la Uex se han impuesto unos criterios que sobrepasan las recomendaciones de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad (Aneca) y que "desvirtúan" la labor docente realizada. Así, además de la planificación de la docencia, el desarrollo de la enseñanza y los resultados --criterios de Aneca--, se valoran parámetros como la participación en actividades de adaptación al Proceso de Bolonia u otras de carácter cultural, o el "compromiso" del profesor con la institución. Para la asociación es

injusto que se tengan en cuenta factores que "nada tienen que ver con la docencia". Como ejemplo explican que se evalúa como mérito docente haber ostentado algún cargo en la Uex, funciones durante las que se cesa parcial o totalmente la actividad docente.

A esto suman sus críticas contra las carencias en el procedimiento de análisis de las clases de los profesores --con encuestas que no reúnen "garantías de igualdad para todos"-- o que el desempeño docente solo suponga el 45% de la valoración final.

Este malestar, según manifestaron Robina, González y Valle, es extensivo al grueso de los profesores e investigadores de la Uex. De hecho, señalaron que ya se han presentado 150 reclamaciones ante la Junta por el procedimiento aplicado. En su opinión, todo responde al "desconocimiento" existente sobre este tema en el seno del rectorado, el Consejo Social y la consejería. Como solución piden una reparación de la evaluación realizada ya realizada y el diseño de un nuevo modelo para próximos cursos.