Dos investigadores australianos y uno suizo acaban de publicar un estudio en el que demuestran que una buena parte de las muertes británicas durante el naufragio del Titanic --la madrugada del 15 de abril de 1911-- tuvieron que ver directamente con la buena educación: hicieron de forma cortés la cola para acceder a los botes salvavidas --después de dejar pasar a mujeres y niños, claro-- y murieron así, esperando. "En Inglaterra estaban en plena era eduardiana, y en ese entonces la caballerosidad era uno de los valores más importantes", dice uno de los autores del estudio, David Savage, de la Universidad de Queensland (Australia).