Estudiante de la Universidad de Extremadura en el campus de Cáceres

Digan lo que digan la participación de los estudiantes en las elecciones universitarias es bastante baja. A la mayoría no nos interesa lo que se cuece en los despachos aunque sabemos que es lo que marcará, y mucho, nuestro paso por la universidad. La verdad, yo no he votado porque en el fondo no sé que movía a cada uno de los candidatos a presentarse.

Me alegra sobremanera que todo haya pasado porque la verdad es que el comienzo de curso con esta interminable campaña electoral ya me estaba empezando a hartar demasiado. De todos modos, creo que la mayoría de universitarios extremeños, al igual que yo, hemos vivido estos primeros meses del curso al margen de esta marabunta electoral, aunque también a la espera de qué iba a suceder. Por fin terminó y ahora sólo nos queda esperar a que la pesada máquina institucional arranque con fuerza.

Espero que los altos órganos directivos universitarios que han sido elegidos no pierdan de vista a lo largo de su mandato que aunque los estudiantes no participamos mucho a la hora de votar, nosotros somos los principales clientes de esta empresa. Sin los alumnos esto no tendría sentido por lo que deben moverse por y para los universitarios.