Un ´sex-shop estadounidense envió de forma gratuita unos 6.000 preservativos a Merriwa, un pequeño pueblo al norte de Sydney, tras conocer que la única farmacia de la localidad se niega a vender los profilácticos por razones éticas. Portavoces del ´sex-shop´ dijeron que no dudaron ni un segundo tras leer en la prensa esta "represión sexual" que sufre la población.