La vida de Millvina Dean, la última superviviente del Titanic, pudo haber sido muy breve. Las aguas heladas del océano Atlántico estuvieron a punto de convertirse en su tumba cuando apenas tenía nueve semanas. Viajaba con su familia en el Titanic, el 15 de abril de 1912. Emigraban a América. En el naufragio más famoso en la historia de la navegación comercial pereció su padre, Bertram Dean, junto a otras 1.520 víctimas. Su madre, Georgetta, su hermano, Bert, y ella sobrevivieron al desastre, que marcó para siempre su larga existencia.

Millvina falleció el 31 de mayo en una residencia del condado inglés de Hampshire. Tenía 97 años.