A lo que más se parecen las páginas de Escribir es vivir es a unas memorias, y además son las únicas que José Luis Sampedro, que ha dejado que sea su mujer, Olga Lucas, quien les dé forma, piensa transmitir, porque para él "el hombre es su obra, y mi vida está en mis novelas". Y es que este libro, que llega a los lectores editado por Areté, es una recuperación del curso que Sampedro dio el verano del 2003 en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, justo cuando tanto él como su mujer se recuperaban del zarpazo de la enfermedad. Tal circunstancia dio un color aún más personal a aquellas conferencias, en las que habló de su vida.