"Encontré una pequeña reseña en la prensa sobre la modalidad virtual y me interesó la titulación de Biblioteconomía ya que siempre me he encontrado a gusto entre libros". Así fue como Rosario González, una cántabra de 40 años que trabaja en Don Benito, ingresó por primera vez en el universidad. Y lo hizo en una de las cuatro titulaciones que se pueden estudiar en Extremadura de forma semipresencial --Turismo, Educación Social y Psicopedagogía además de Biblioteconomía--. Aunque los profesores tienen que ofertar una serie de seminarios presenciales, los alumnos solo están obligados a estar presentes en los exámenes, explica Manuel Lucero, subdirector académico del campus virtual de la universidad extremeña.

El reto es muy ambicioso. "Ya hay un gran interés por parte de grandes consultoras de que ofertemos el Grado en Informática para el próximo curso" comenta el vicerrector Juan Manuel Murillo. Y en unos años, cuando esté plenamente implantado el Espacio Europeo de Educación Superior, la oferta se extendería a otras carreras, "no sé si a todas porque algunas requieren un grado de prácticas muy alto, pero a muchas", asegura Lucero.

"Entre un 10 y un 40% de la calificación final tiene que ser por evaluación continua. Eso es lo que nos diferencia de la UNED (Universidad a Distancia)", añade Lucero. Por ello, el grado de exigencia para los alumnos es muy alto. "Hay que ser muy constante y tener mucha motivación porque esta opción es más cómoda pero no más fácil", asegura Paulina Mata, que cursa a través de la red el último año de Psicopedagogía. Paulina, de 28 años, trabaja como educadora social en el Ayuntamiento de Cáceres desde hace seis años tras diplomarse en esta titulación también por la Uex. Se sumó a esta opción porque le permitía compatibilizar estudios y vida laboral, "lo bueno de la teleformación es que te puedes poner a las dos de la tarde o a las dos de la mañana", asegura. Al comparar esta experiencia con la enseñanza presencial asegura que "tiene sus ventajas e incovenientes". Entre las primeras destaca la libertad de organización de su tiempo, el orden en los apuntes o el seguimiento que el profesor hace de los alumnos. En el lado de las desventajas indica que requiere un mayor esfuerzo por parte del estudiante, "tienes que dedicarle tiempo casi a diario, incluidos los fines de semana". De hecho, coincide con la alumna virtual de Biblioteconomía al asegurar que es durante los fines de semana cuando más "aprovechas para ponerte al día", explica Rosario González, ya que durante la semana trabajan. Y eso que en días laborales le dedica "alrededor de cuatro horas". "Se trabaja mucho más --añade Rosario-- ya que tenemos que dedicar buena parte del tiempo a interpretar los contenidos de las materias. Las dudas en la modalidad presencial te las resuelven al instante".

En este sentido, el subdirector del campus explica que los profesores se comprometen a responder en un máximo de 48 horas, aunque ese tiempo suele ser menor. Cada asignatura tiene asignada una página web y hay una plataforma que incluso cuenta con una secretaría virtual para asuntos administrativos. La interacción con los alumnos se hace a través de foros, correo electrónico, chat y los seminarios.