Los alumnos que hoy cursan segundo de bachillerato serán los primeros en acceder a los grados de la Uex y los últimos en enfrentarse al actual modelo de selectividad. A partir del 2010 --por lo tanto ya afectará a los estudiantes que están en primero de bachillerato-- la prueba que regula el acceso a la universidad continuará filtrando las puertas de la enseñanza superior pero con cambios sustanciales ya que el camino se facilitará considerablemente para los que no necesiten una nota alta para acceder a la titulación deseada. Y los que quieran plaza entre las carreras más demandadas tendrán la opción de subir su calificación, de forma voluntaria, haciendo tres o cuatro exámenes más del área de conocimiento relacionada con esa carrera. Así se recoge en el real decreto impulsado por los dos ministerios implicados en el diseño de la selectividad, Educación y Ciencia, que han optado por sustituir la prueba única actual por un examen a dos fases, aunque solo la primera de ellas es obligatoria.

En Extremadura, la Comisión Organizadora de las Pruebas de Acceso a la Universidad, integrada por Junta y Uex, adaptará la normativa a la región, aunque el vicerrector de Estudiantes de la universidad extremeña, Antonio Franco, ha asegurado que la tendencia de las universidades es homogeneizar criterios. De hecho, el pasado jueves y viernes se reunió la sectorial de la CRUE que agrupa a los vicerrectores españoles del área estudiantil para trabajar de forma conjunta en el nuevo modelo de selectividad.

En resumen, la fase obligatoria constará de cuatro ejercicios frente a los seis de ahora, y para aprobarla bastará sacar un 4 de media, al igual que ahora. Además, esta fase obligatoria será más breve, con 7,5 horas de exámenes frente a las más de 10 actuales con un intervalo de descaso entre prueba y prueba de 45 minutos.

MAYOR EXIGENCIA

Por contra, en la fase específica, de carácter optativo, se exigirá un 5 en cada una de las materias para darlas por superadas. El decreto no especifica de cuántas asignaturas relacionadas con la temática de los estudios universitarios que desea cursar deberá examinarse el alumno, aunque Antonio Franco comenta que se baraja la cifra de tres o a lo sumo cuatro materias. De hecho, solo las dos mejores puntuaciones de esa fase específica se tendrán en cuenta en la puntuación por lo que el vicerrector de la Uex entiende que hacer más de cuatro exámenes en esta fase provocaría más dificultades para el alumno.

A esas dos mejores calificaciones se les aplicará un parámetro de ponderación --de 0,1 o 0,2-- y el resultado se sumará a la calificación a la que se llega a partir del 60% de la nota media del expediente de bachillerato y el 40% del resultado de la fase general de la selectividad. Por lo tanto, un estudiante excelente, que aprobara todo con 10 y se le aplicara una ponderación de 0,2, podría conseguir una nota final máxima de 14 puntos. Esta segunda fase jugará un papel transcendental en el futuro y se hará indispensable para quienes pretendan acceder a una titulación que tenga una nota de admisión alta.

El decreto no fija cuándo aplicar en la ponderación de la nota 0,1 o 0,2 por lo que éste fue uno de los aspectos más debatidos en la reunión de vicerrectores. Antonio Franco comentó que las universidades españolas quieren aplicar en todas el mismo valor, para que no haya diferencias dependiendo de la universidad en la que se realicen las pruebas. También indicó que es probable que la nota de admisión de un alumno que haga la fase voluntaria varíe dependiendo de la titulación a la que opte. Es decir, que se valorarán más las materias relacionadas con el área de conocimiento de ese título. Así, si un alumno quiere hacer Medicina y en la fase voluntaria se examina de Biología, se le aplicaría una ponderación de 0,2. Pero como Biología no tiene relación con Arquitectura, por ejemplo, en caso de querer optar por esa carrera la ponderación sería de 0,1.

Otra de las ventajas que Franco destaca respecto al nuevo modelo es que los alumnos que quieran repetir para subir nota solo tendrán que examinarse de la fase voluntaria. Además, la opción de bachillerato ya no influirá de modo decisivo en la futura elección de su carrera ya que el estudiante elegirá las materias de las que se quiere examinar en la fase voluntaria. Con esta modificación se evitarán casos como uno que recuerda el vicerrector extremeño en el que un estudiante que terminó selectividad con 9 no podía entrar en Veterinaria, como quería, porque en bachillerato había elegido la rama científico-técnica y no la sanitaria.