Realidad y Fantasía, dos dimensiones encaradas multiplicándose hasta el infinito: "¿Qué se ve en un espejo que se mira en otro espejo? ¿Lo sabes tú, Señora de los Deseos?", le pregunta el Viejo de la Montaña a la Emperatriz Infantil en el capítulo central de ese laberinto de reflejos y contrarreflejos de La historia interminable .

Al escritor bávaro Michael Ende, gran recopilador de enigmas, acertijos y otras formas de especulación, ser identificado mediante un límite --Ende significa fin en alemán-- le obligó siempre a ir más allá: creó universos nuevos, despreció las literaturas realista y con mensaje, dinamitó las fronteras entre narrativa juvenil y adulta...Todo bajo el símbolo multiplicador del espejo, omnipresente en su obra e imprescindible para su gran triunfo literario: la nueva imagen de Fantasía, el reino cuya dignificación le hizo revolucionar el género y alcanzar un éxito aún vigente, con traducciones a más de 35 países y ventas que rondan los 20 millones de ejemplares en todo el mundo.

GALERIA DE PERSONAJES

En el año del 75 aniversario de su nacimiento, el 12 de noviembre, a caballo entre las efemérides de Momo --30 años en el 2003-- y La historia interminable --25 en el 2004--, Ende sigue perpetuándose en su poblada nómina de personajes; entre ellos, los de esta galería que funde realidad y ficción.

Como Bastián. "Castaño", "flojucho" y "francamente gordo", el Bastián Baltasar Bux de La historia interminable es un huérfano solitario sin éxito en los estudios. Está basado en Willie, un amiguito gordo y de pelo castaño que murió de neumonía en 1937. También se dice que Bastián evocaba en Ende su carácter huidizo de niño.

Otro de sus personajes es Jim Botón y Lucas el maquinista. Jim es un bebé negro que llega por azar a la isla de Lummerland, donde sólo caben el rey, dos súbditos y Lucas y su locomotora. Subidos a ella, Jim y Lucas viajan al país de Mandala, salvan a la princesa Li Si en el País de la Aflicción y al final hasta son condecorados. El éxito de su misión les conduciría a nuevas aventuras en Jim Botón y los trece salvajes. Realmente, Jim nació en 1957, cuando un amigo pidió a Ende textos para sus dibujos. Subido al tren de la narrativa, Ende esperó tres años hasta que, próximo a la ruina, supo que la editorial Thienemanns publicaría su delirante historia, distinguida en Alemania como mejor libro juvenil en 1961. Tras el éxito, fue acusado de escapista en pleno auge del realismo alemán; años después, las aventuras de Momo y las fábulas Filemón el arrugado , Norberto Nucagorda y Tranquila Trabalenguas demostraron su talento para la crítica social.