Más de 30.000 personas pasaron la semana pasada por Cáceres. La cita era en uno de los festivales con más prestigio y tradición, no sólo de la ciudad, sino de toda la comunidad extremeña, el Womad, que celebró sus 15 años en la ciudad con su regreso al casco antiguo. Los conciertos al aire libre no comenzarían hasta la tarde del jueves, sin embargo en la mañana del miércoles ya se respiraba el ambiente del Womad.

El arranque del festival, coincidió además con el anuncio de que el logotipo de la capitalidad europea de la cultura, Cáceres 2016, estará presente en todos los festivales Womad que se celebran en el mundo, desde Inglaterra a Corea, pasando por Holanda, Italia, Australia, Nueva Zelanda o Singapur.

Desde primeras horas de la jornada del miércoles, un continuo ir y venir de jóvenes, mochila al hombro, daba indicio de lo que se avecinaba: mucha, mucha diversión. Por la tarde comenzaron los primeros botellones en la plaza Mayor. Aún no había conciertos, pero el sol de la jornada a invitaba a refrescar la espera hasta la primera actuación, y a juzgar por lo que vino después fue de las que merecen la pena.

La fiesta vivió sus momentos más álgidos en las tardes del jueves y el viernes, cuando algunos conciertos lograron congregar en torno a un grupo a cerca de 5.000 personas. Las actuaciones de los extremeños El desván del duende , Los niños de los ojos rojos o de otros artistas de reconocido prestigio como Carmen Paris , Muchachito , Tania María , o Mory Kante , se convirtieron en el reclamo para que los más jóvenes se acercaran a alguno de los escenarios instalados en la Plaza Mayor o la de San Jorge. Y el buen tiempo invitaba a que las macetas --sólo se permitía beber en la calle utilizando recipientes de plástico-- acompañaran a la fiesta.

Los talleres y los puestos de artesanía complementaron un año más un atractivo cartel de actividades.

Tras la fiesta, ya se piensa en la próxima edición del Womad.