La licenciatura de Filología Clásica celebró la semana pasada sus 25 años de vida como especialidad en la Universidad de Extremadura con el III Simposio Extremeño de Estudios Clásicos. La cita fue organizada por la Delegación Extremeña de la Sociedad Española de Estudios Clásicos que desarrolló una serie de actividades en el centro universitario del 15 al 17 de noviembre. El escenario se trasladará esta semana al Centro de Profesores y Recursos de Mérida, donde continuará el simposio del 20 y 22 de noviembre.

El Director del Departamento de Ciencias de la Antigüedad de la Uex, Eustaquio Sánchez Salor, recuerda los orígenes de los estudios en la web de la Uex. A principios de 1982, un grupo de alumnos le propusieron la posibilidad de solicitar la implantación de la especialidad de Filología Clásica. Tras los trámites oportunos, se consiguió comenzar en octubre de 1982 en el tercer curso, ya que los dos cursos anteriores eran comunes con otras titulaciones impartidas en el centro.

Eustaquio Sánchez señala en la información que publica la universidad que durante estos 25 años "hemos intentado enseñar latín y griego y todo lo que ello supone: desde el punto de vista de la formación universitaria, de la formación individual y de la importancia que tienen estos estudios para nuestra región". Añade que "para entender Extremadura es necesario conocer las fuentes clásicas. No hay que olvidar que Lusitania fue una de las regiones más romanizadas del imperio. Ahí está Mérida como testimonio perenne de esa romanización".

Entre las virtudes de la titulación de Filología Clásica, se encuentra que la mayoría de los licenciados han encontrado trabajo bien en los institutos de educación secundaria e incluso en la propia universidad. Por otro lado, dispone de importantes fondos bibliográficos y, desde el principio, se ha esforzado en mantener buenos contactos con los profesores de Latín y Griego de los institutos extremeños.

Ante las reformas que se avecinan con el nuevo Espacio Europeo de Educación Superior, el profesor Sánchez Salor se muestra tranquilo. Considera los estudios clásicos indispensables, "las técnicas e instrumentos filológicos son imprescindibles para los estudios actuales de cualquier filología. La retórica y gramática antigua son su base". También puntualiza que "la historia es maestra de la vida, el pasado sirve para conocer el presente". Por otro lado, subraya, que "la transmisión de todo el conocimiento hasta el siglo XVI -científico, médico, arquitectónico-- se ha transmitido en latín".