Casi todo el que ha leído Firmin desde su aparición en un pequeño sello editorial de Minneápolis (EEUU) a principios del 2006, se ha apresurado a señalar el libro como un "futuro clásico". Su traducción al castellano tampoco ha dejado indiferente y es prácticamente imposible encontrar a alguien que lo haya leído sin mostrarse después fervorosamente entusiasmado por esta rara avis del mercado literario de la que, con buen ojo, Seix Barral ha asumido la representación mundial. Al parecer Firmin, del escritor norteamericano Sam Savage (Camden, Carolina del Sur, 1940) es uno de esos contados libros tocados por el ángel de la simpatía.