Las golondrina hembras, aunque ya se hayan apareado con un macho, siguen buscando otros compañeros sexuales de acuerdo con criterios de apariencia como el colorido de las plumas, según un artículo que publicó la pasada semana la revista Science. Si las plumas rojas que los machos de estas golondrinas (Hirundo rustica erythrogaster) no son tan oscuras como las de otros en el grupo, es más probable que la hembra lo abandone y luego, a escondidas, copule con otro macho, indicó el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cornell, en Nueva York. "La mala noticia para los golondrinas macho es que el juego del apareamiento jamás termina", indicó Rebecca Safran, especialista en ecología y biología evolutiva que encabezó el estudio. "Es algo con lo cual la mayoría de los humanos pueden identificarse", añadió esta investigadora. Los machos tienen una pinta de color rojo castaño desde la garganta a la panza, y este color varía entre ellos desde un rojo marrón pálido hasta un rojo oxidado oscuro.