Investigadores australianos han descubierto en la isla de Flores, en Indonesia, los restos de una sorprendente especie humana de tamaño enano que vivió hasta hace 18.000 años, como mínimo, y que fue por tanto coetánea de los artistas que decoraron las cuevas de Altamira y Lascaux. El descubrimiento confirma que los humanos anatómicamente modernos, que empezaron a colonizar el mundo desde Africa hace quizá 200.000 años, convivieron hasta fechas muy recientes con otras especies humanas hoy extintas. No sólo con los neandertales.