Sobre el papel, un director como Ridley Scott parece idóneo para una película como El reino de los cielos . Primero, por su destreza en calidad de recreador, visualmente precioso y preciso, de mundos reales --la Roma de Gladiador -- o imaginarios --la ciudad de fuego y neones de Blade runner --. Segundo, porque su héroe arquetípico es un hombre ordinario pero virtuoso, que emerge de las dificultades o incluso de la tragedia para revelarse como algo bastante similar a un héroe. Veamos, pues, cuáles son el mundo y el héroe de El reino de los cielos .

Clamando a la voluntad divina, el papa Urbano II urgió en 1095 a la Europa cristiana a recuperar la ciudad de Jerusalén, conquistada por los musulmanes en el siglo VII. Desde entonces y durante 200 años, sucesivas oleadas de guerreros combatieron en Las Cruzadas, y en su avance hacia el este sitiaron ciudades ancestrales, fundaron reinos y sembraron las semillas de los conflictos religiosos que han azotado el mundo desde entonces. Jerusalén fue reconquistada en la primera de esas Cruzadas y, dos años antes de la tercera, en 1186 --de este punto parte el filme-- la paz en la Tierra Santa es muy frágil.

El rey Balduino IV necesita fortalecer su corte. Balduino es un hombre bueno, justo y condenado a morir joven por culpa de la lepra. Es obvio que no está capacitado para reinar, así que se apoya en Tiberias, un tipo conciliador que promueve la coexistencia pacífica con los sarracenos que lidera el sultán Saladino (Ghassan Massound).

EL HEROE

Hablemos ahora del héroe. Se llama Balián (Orlando Bloom), y es un campesino francés que ha perdido la fe desde que su mujer embarazada se suicidó. Nada tiene que perder cuando su padre, el caballero Godofredo de Ibelin (Liam Neeson), le insta a unirse a Las Cruzadas con él. Balián se verá inmerso en un viaje de maduración espiritual y política, en una búsqueda de respuestas y de redención, y para cuando el cuñado de Balduino, Guy de Lusignan (Marton Csokas), suceda a éste en el trono y su hambre de poder provoque la confrontación con los sarracenos, Balián deberá demostrar que el periplo ha dado frutos.

La epopeya histórica se ha convertido en uno de los géneros preferidos por Hollywood. No cuesta emparentar El reino de los cielos con títulos recientes como Troya , El rey Arturo y Alejandro Magno .

La nueva epopeya de Scott se estrenó en las salas españolas el pasado viernes y promete ser otro éxito de taquilla.