Durante los próximos dos años IBM se enfrenta a dos grandes retos: duplicar su número de trabajadores hasta superar los 400 empleos (ahora tiene 203, el 80% extremeños) y trasladarse al parque tecnológico que levantará la Junta de Extremadura en el campus universitario de Cáceres. Cenit --así se llama el centro de innovación tecnológica de la compañía INSA, perteneciente a la multinacional IBM-- abrió en octubre pasado, aunque hasta el pasado miércoles no se produjo su inauguración oficial.

La previsión de la compañía es invertir este año más de ocho millones de euros en la capital cacereña. De forma transitoria, la factoría opera desde un local de 1.200 metros cuadrados situados en el polígono industrial de Las Capellanías, que la semana pasada se convirtió en la esperanza económica de una ciudad que aspira a afianzarse como punto estratégico entre Madrid y Lisboa, dos de los focos económicos más destacados de la península.

El presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, acudió al acto para destacar el valor de una empresa cuyos hombres y mujeres, dijo, "ya no venden la fuerza de su trabajo sino la fuerza de su talento y de su inteligencia". El jefe del Ejecutivo extremeño lamentó que aún haya gente que piense que una empresa "es mono, casco y bocadillo", en referencia a quienes le reprochan que esta no es la gran industria que prometió para Cáceres. Y es que aunque se confesó "analógico", Ibarra invitó a los extremeños al mundo digital. Reprobó, en este sentido, a quienes creen más rentable invertir en ladrillo que en talento y abogó por la sociedad del conocimiento.

Por su parte, el teniente de alcalde, Andrés Nevado (el alcalde José María Saponi no pudo asistir a causa de una bronquitis), ensalzó la capacidad de Cenit para reforzar el tejido económico y empresarial de la ciudad y recordó que "apostar por Cáceres es apostar por calidad".

Finalmente, la presidenta de IBM España, Amparo Moraleda, destacó la posición geográfica de Cáceres y Nuria Molina, directora general de INSA, indicó que la compañía ha cumplido sus previsiones.

INSA realiza aplicaciones en plataformas tecnológicas y entre sus clientes está El Corte Inglés o Caja Extremadura. Si cualquier coche utilitario tiene hoy el mismo software usado por el Apolo XI para llevar al hombre a la luna, queda claro dónde está el futuro.

EN CUATRO MESES

La compañía casi ha triplicado su número de empleados en solo cuatro meses de funcionamiento hasta llegar a los 203 trabajadores. INSA comenzó su andadura cacereña el pasado 2 de octubre con el nombre de Cenit (Centro de Innovación Tecnológica) y con 70 trabajadores, aunque su pretensión es alcanzar los 500 empleos. Este objetivo podría situar a la empresa en la de mayor dimensión de Cáceres en cuanto a volumen de plantilla, por delante de Induyco, empresa textil ligada a El Corte Inglés, con 435 empleados, y Catelsa, planta de manufactura del caucho que cuenta con 305 operarios. En Cenit trabajan informáticos y personal de otras disciplinas como químicos y matemáticos. INSA arrancó con una inversión inicial de 1,5 millones de euros. Nació avalada por la Junta y la Uex.

Tras su apertura en octubre, Nuria Molina explicó que la elección de Cáceres responde a varias cuestiones. "Cuando decidimos abrir el centro buscamos dos requisitos: una buena y numerosa cantera de universitarios, y una ciudad donde la gente quisiera quedarse a trabajar, a vivir, porque pretendemos la estabilidad de los trabajadores, que se identifiquen con la empresa. Finalmente también pesó el hecho de que Cáceres estuviera cerca del país luso, ya que INSA tiene implantación en los dos países".