Solo en el año 2006, el cáncer de colon se cobró la vida de más de 98.000 personas en España. Además, cada año se diagnostican 25.000 nuevos tumores en esta zona final del intestino. De ahí, la importancia de las investigaciones conjuntas que están llevando a cabo, con la participación de la Universidad de Extremadura, casi una veintena de equipos científicos de todo el mundo.

En Extremadura, durante el año 2006 --último sobre el que se tienen datos cerrados-- fallecieron un total de 252 personas por este tipo de cáncer, según los registros del Instituto Nacional de Estadística. Unicamente los tumores relacionados con el aparato respiratorio (pulmón, bronquios y tráquea) provocaron más muertes. Pese a todo, las campañas de detección precoz --como las que se realizan con el cáncer de mama, por ejemplo, que están muy extendidas-- aún son un mero objetivo a medio plazo para las autoridades sanitarias. Hasta el momento solo cuatro comunidades autónomas --Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Madrid-- han puesto en marcha programas piloto de cribado, es decir, realizan pruebas diagnósticas a pequeños grupos de población.

APUESTA POR LA PREVENCION

Expertos como el jefe de Oncología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Eduardo Díaz-Rubio, estiman que con estas técnicas de prevención se podrían evitar entre el 30 y el 35% de los nuevos casos, informa Europa Press. La clave está en que antes de convertirse en un tumor maligno, la enfermedad evoluciona durante años como un pólipo --protuberancia-- de carácter benigno. "Es la oportunidad previa de identificarlo, eliminarlo y evitar el cáncer", explica Díaz-Rubio.

El problema, sin embargo está en el método de diagnóstico. Los diferentes test desarrollados no han logrado resultados totalmente fiables. Habitualmente son test de heces, pero no es una práctica demasiado extendida como método de prevención precoz. Más efectiva es la colonoscopia, aunque ésta exige que el paciente esté sedado, precisa de una preparación previa del colon durante varios días y tiene efectos secundarios.

A juicio del jefe de Oncología del Clínico San Carlos, precisamente entre los retos que se van a encontrar los expertos en los próximos años se encuentra desarrollar nuevos cribados que "sean aceptados por la población en general, sencillos, sin efectos secundarios y que sean rentables". Pero sobre todo, advierte, la oncología debe tender hacia una medicina predictiva molecular, "que diga qué personas tienen mayores posibilidades de desarrollar un cáncer" y "cuáles de las que tiene cáncer van a morir de la enfermedad". Es decir, seguir la línea en la que están trabajando en el consorcio internacional de investigación en el participa la Universidad de Extremadura.

De hecho, Díaz-Rubio cree que "uno de los problemas ante esta enfermedad es que hoy por hoy no sabemos distinguir las células dormidas de las que se van a despertar en un momento determinado. Será la única manera de predecir mejor el cáncer y tener fármacos para actuar sobre ellos", apunta este especialista médico.