Un funcionario jubilado ha inventado un balón de fútbol con ejes huecos que presenta menos resistencia al aire y logra que se aleje más, para lo que empleó una pelota de plástico, a la que le practicó cuatro orificios para insertarle unos tubos de goma, como los del gas butano, y la volvió a inflar.

El padre del invento ya patentado, Francisco Ortiz, explicó que el aire que penetra por los tubos "busca" los boquetes y el balón "apenas gira sobre su eje cuando se chuta sin efecto", algo que ha comprobado mediante un sistema de flechas dibujadas en la superficie del balón.

"Más precisión, mejor bote y más facilidad a la hora de dirigirlo" completan el catálogo de prestaciones del esférico demostradas en la experimentación.