La mayor central maremotriz del mundo, formada por dos turbinas submarinas con unas robustas aspas de más de ocho metros de largo, ha empezado el periodo de pruebas en un fiordo de Irlanda del Norte y en menos de dos meses quedará conectada a la red eléctrica. Aunque el parque marino SeaGen no es más que un prototipo para evaluar la resistencia y la rentabilidad del sistema, las turbinas suministrarán de forma inagotable y limpia la energía que consumen unos 1.000 hogares en esa zona.