Las risas llegaron el 6 de abril al Festival de Cine Español de Málaga, donde se proyectó Fuera de carta , una comedia realizada con el sano objetivo de hacer reír. El filme, que se estrenó el 11 de abril, fue recibido entre carcajadas y aplausos por parte de la prensa especializada, que no se caracteriza precisamente por su generosidad a la hora de lanzar piropos.

Interpreta usted a un exquisito cocinero. ¿Le atraen los platos sofisticados? ¿Le gusta la carne a las mil mentas con aroma de canela?

--No existen mil tipos de menta, ¿no?. No, la verdad es que me gustan los productos básicos. Por ejemplo, la tortilla de patata y la pasta. Me gusta comer bien, pero prefiero ir a un restaurante antes que preparar algo en casa.

Los cocineros son ahora los nuevos dioses del siglo XXI.

--Sí, es fantástico. Me encanta la seriedad con la que hablan y la seriedad con la que nos los hemos tomado. Es positivo y espero que algún día suceda lo mismo con el cine español y el teatro. Siempre se dice que están en crisis y es mentira.

Pero hay mucha gente que ha adoptado el latiguillo de que el cine español es malo.

--Es muy fácil soltar esa frase, pero no es verdad. Esta industria tiene grandes profesionales. Hay mucha gente joven haciendo películas. En Málaga, por ejemplo, hay nueve directores noveles. Pero luego ves la taquilla y piensas que algo falla. No lo sé, quizá sea la manera que tenemos de vendernos. Nos tendremos que reinventar. Soy positivo.

Volviendo a ´Fuera de Carta´, con la que nos hemos reído mucho...

--Está hecha para eso, que nadie vaya más allá.

No es un mal objetivo, la verdad. Le decía que la película muestra los nuevos tipos de familia. ¿Cómo cree que reaccionará, por ejemplo, la Conferencia Episcopal?

--Les gustará. Claro que sí. En la Conferencia Episcopal hay 30 señores que mandan y luego está el resto. El otro día se casó mi sobrina y el discurso del cura fue aperturista.

En todo caso, el filme refleja la realidad que se vive en España.

--Sí, aunque el director ha puesto su punto de vista. Las leyes como la del matrimonio gay se aprueban porque la sociedad tiene necesidad de ello. Todos somos iguales, ¿no? Pues eso.

Perdone por el tópico, pero qué versatilidad la suya. Sirve para todo: la comedia, el drama...

--Yo no soy de los que dicen: "A mí, lo que me echen". Hay veces que el resultado no está bien y lo sé.