El éxito no solo es cuestión de competir, sino de hacerlo de forma inteligente. Esta cuestión, en principio sencilla, es la base del concepto de "inteligencia competitiva" que, según uno de los expertos en esta materia, se define en pocas palabras como "el aprovechamiento y adaptación a mi realidad de la información para ser más competitivo", o sea, "saber identificar elementos que me puedan afectar, ya sea porque pueden perjudicarme o abrirme oportunidades".

Así lo explicó el pasado jueves en la Jornada Inteligencia Competitiva celebrada en la Facultad de Empresariales de la Uex, en Cáceres, José Manuel López, socio director de Infocenter, precisamente un "centro de inteligencia competitiva". ¿Qué ofrece? "Aportamos soluciones y visualizamos oportunidades para las organizaciones (públicas o privadas) cuando tienen que tomar decisiones (hacia dónde voy, cómo...)".

Con esas aportaciones un empresario podría, ejemplifica López, "detectar la opción de pasar del sector agroalimentario al farmacéutico, con un pequeño salto de inversiones y orientación y que su producto pase de valer un euro el kilo a mil". Estas fueron algunas de las reflexiones que compartieron los en torno a 50 participantes --sobre todo, empresarios y directivos, aunque también profesores y estudiantes-- inscritos en la jornada, que tuvieron la oportunidad de conocer, a través de la ponencia de Ricardo Hernández Mogollón, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad, la estrategia del oceáno azul.

"Aproximadamente se trata de pasar del oceáno rojo (lleno de tiburones -competencia- que dan dentelladas y lo tiñen de sangre), al azul, donde no hay competencia y sí demanda", explica Hernández Mogollón, que pone como ejemplo al Circo del Sol, "que cambió un sector deprimido --el circo tradicional-- por un producto de elevado valor". Este es el tipo de conocimientos que buscaba Elena Vázquez, responsable de Comunicación de Fomento de Emprendedores, que se los transmitirá ahora a los extremeños que recurren a este organismo para asesorarse.

OTROS PONENTES

El que lleva tiempo usándolos es el Instituto Tecnológico de Rocas Ornamentales y Materiales de la Construcción (Intromac), afirma su gerente, Pilar del Pozo, que fue otra de las ponentes en esta jornada. Según detalla, aplicar la inteligencia emocional consiste, por ejemplo, en iniciar una estudio investigando primero, antes que el arte en el que se quiera trabajar (como la aplicación de neumáticos fuera de uso a la mezcla asfáltica de la carretera), toda la información referente al mismo (patentes, tesis...). "¿Para qué inventar lo que ya lo está?". No lo haga, compita con inteligencia.