La crisis de falta de creatividad de los guiones de Hollywood se ha visto curiosamente trasladada a los videojuegos. Pero Electronic Arts ha querido rizar el rizo y ha creado un videojuego basado en la trilogía de cine negro más famosa de la historia, El Padrino . Esta obra maestra de Francis Ford Coppola, basada en la novela de Mario Puzo, ha influido tanto en la cultura popular que ha conseguido que el genial Marlon Brando como Vito Corleone sea la imagen que tiene medio mundo en su cabeza cuando aparece la palabra "mafioso".

El reto de Electronic Arts era muy difícil, sobre todo para conseguir que el jugador se integrara en el particular mundo narrado en la película. Algo complicado porque de una obra tan conocida, cada uno tiene su visión.

En parte, lo ha solventado a base de dinero. Un desarrollo de 18 millones de euros ha permitido incluir a actores de la trilogía para prestar sus voces --el último trabajo de Marlon Brando fue éste--, o sus caras, como las de James Caan o Robert Duwall. Un esfuerzo que la versión española no permite apreciar, porque se ha descuidado algo tan obvio como permitir al jugador escoger si quería jugar en la versión original. Y que también ha sido desigual, porque no todo el reparto aparece (Al Pacino, por ejemplo, rehusó salir).

El otro aspecto se refiere a lo que es el videojuego en sí: trasladar el argumento de la película a un entorno jugable y divertido. Hay varias alternativas, o se crea algo totalmente nuevo --lo que encarece aún más la producción--, o se recurre a lo ya visto pero con las suficientes garantías de éxito. Por eso El Padrino debe mucho a la serie Grand Theft Auto (GTA) y a títulos como Mafia o The Getaway . Aquí, el protagonista es un matón apadrinado por el gran Corleone, que debe hacerse con el control de los negocios sucios de la ciudad en sucesivas misiones.