El escritor alemán Ludger Jochmann, conocido por Knister, con el que firma Kika Superbruja , traducidos a más de cuarenta idiomas, cree que la clave del éxito de esta saga infantil reside en que "cuando me pongo a escribir no tengo en mente a ningún grupo en especial". Asegura que escribe para sí mismo "y si veo que me río, me doy cuenta de que funcionará". Con más de cinco millones de lectores en España, dice que cuando inició la serie de Kika -Lilly en su país- no quería centrarse en una bruja, pero su editor lo animó y así "surgió esta niña común, con un hermano pequeño, que un día encuentra un libro de brujería y empieza a vivir aventuras".