El día de Sant Jordi aguantó el tirón de Carlos Ruiz Zafón y se codeó con Ken Follett, Eduardo Mendoza y Najat el Hachmi; se ha traducido a 40 lenguas; lleva casi 40 semanas entre los más vendidos; ha vendido más de 800.000 ejemplares en castellano; se espera para este año la adaptación cinematográfica dirigida por Mark Herman... Sí, se trata de El niño con el pijama de rayas (Salamandra), todo un fenómeno del boca oreja, cuyo éxito ha pillado por sorpresa al propio autor, un tímido irlandés de Dublín, nacido en 1971. Se llama John Boyne y está a punto de publicar en inglés su nueva novela, Mutiny on the Bounty , una visión distinta del histórico motín de 1789, con protagonista adolescente, que llegará a España en octubre.

EL ACIERTO

Boyne asegura que a la hora de escribir el nuevo libro no se ha sentido presionado por el éxito inesperado de El niño con el pijama de rayas , una pequeña historia sobre el Holocausto centrada en dos niños, Bruno, hijo de un jefe nazi, y Shmuel, que lleva un pijama de rayas y vive tras una alambrada. "Sé que no puedo controlar lo que pase con mi carrera y que solo puedo controlar mi escritura. No pretendo repetir este éxito, solo aspiro a llegar a un público más amplio y a escribir libros que estén a la altura de El niño...", dice con modestia. "Contento" por haber conquistado al lector adulto con una obra que él mismo presentó a su editor como "juvenil", confiesa que al escribir el primer borrador pensó "que había acertado, que había hecho algo distinto a sus otros libros y a como otros autores habían tratado el Holocausto".

Mutiny on the Bounty "es mucho más ligera, menos seria, más divertida. Intentaba escribir una novela épica, de aventuras, sobre un episodio que siempre me ha interesado y que también tiene su parte oscura en el pasado del protagonista", explica Boyne. "El narrador es un niño de 14 años sin educación, sin padres, criado en la calle, que se gana la vida como puede y que llega por azar al barco del capitán Bligh. Allí se convierte en su criado y siente por primera vez que es útil a alguien".

EL HEROE BLIGH

Y junto al personaje de ficción, el personaje real del capitán: "Sentí mucha empatía con él porque es el elemento trágico de la historia. Afrontó dificultades y grandes responsabilidades. Sus jefes de la Marina británica le trataron injustamente por su menor estatus social". La investigación de los textos históricos ha llevado a Boyne a desmentir la mala reputación de Bligh, abonada por el cine, que ha dado el papel de héroe al primer oficial, Fletcher Christian, quien capitaneó el motín y abandonó en un bote, con una vela, un sextante y un reloj, al capitán y a algunos de sus leales.

"Para mí, el héroe, el hombre decente, es Bligh, que logró que volvieran tantos hombres vivos tras una hazaña de navegación de 41 días", explica Boyne, que espera haber aportado exactitud histórica a los hechos para transmitir una verdad que cree sorprenderá al lector.