Dan Brown estaba dando una clase de inglés en la Phillips Exeter Academy cuando agentes de los servicios secretos irrumpieron en el aula para detener a uno de sus pupilos, que había expresado en un correo electrónico privado su odio hacia el presidente Bill Clinton. El entonces profesor empezó a investigar cómo habían obtenido la información y descubrió la existencia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Fundada en 1952 por el presidente Harry S. Truman, esta institución está especializada en descifrar mensajes que puedan suponer una amenaza para Estados Unidos. Aquel hallazgo le animó a probar suerte en el mundo de la escritura y de él surgió en 1996 La fortaleza digital. Umbriel, dirigida por Aranzazu Sumalla, hizo anoche la presentación en sociedad de la versión castellana de la primera novela del autor norteamericano, que llegará a las librerías el próximo día 10, pese a que en catalán ya está disponible desde finales de noviembre. A falta del escritor de El código Da Vinci, que anda enfrascado en su próximo libro, la editorial decidió convertir el restaurante Astoria en una reunión de espías. Así, dos azafatas iban ataviadas con gabardina y los miembros de la organización lucían chapas de identificación de la NSA. En La fortaleza digital , este servicio de inteligencia encarga a Susan Fletcher, una reputada criptógrafa, que descubra qué secreto se oculta tras un complejo código que pondrá en peligro su seguridad, así como la de la NSA y de EEUU. Sus intentos por desentrañar el misterio la llevarán a Tokio y a Sevilla.

El autor norteamericano vivió durante un año en la capital andaluza, a la que ha definido como su "ciudad europea preferida". Pese a ello en el libro no da una visión ni mucho menos idílica de Sevilla: "Tiene aspectos maravillosos y otros que no lo son tanto. Procuro destacar por igual los elementos negativos y positivos para dotar de intensidad a la trama". En esta novela se atisban elementos y recursos que caracterizan sus novelas posteriores.

El efecto arrastre de El código Da Vinci ha convertido sus trabajos previos en superventas, hasta el punto que en el 2004 las cuatro obras de Brown coincidieron en la lista de éxitos literarios de The New York Times. Sólo hace falta mirar los números de las anteriores traducciones al castellano para vaticinar, sin temor a equivocarse, una larga estancia en el top ten a La fortaleza digital . Umbriel ha lanzado una tirada de 400.000 ejemplares del último libro que podrán explotar de Brown, ya que Planeta se ha hecho con los derechos del primer trabajo post-Da Vinci. Hasta ahora la filial del Grupo Urano ha publicado El código Da Vinci, Ingeles y demonios y La conspiración.