El López de Ayala se llenó de aplausos y emoción en conmemoración de los 25 años de Constitución. Un canto a la libertad inauguró el homenaje cuando a través de Moncho Alpuente, cercano e ingenioso, se dio paso a los 13 protagonistas de la noche. O deberíamos decir 14 ya que Dulce Chacón, que falleció el día anterior, fue recordada por todos.

Fue Hilario Camacho con su Cuerpo de Barro , su Tristeza de Amor y su voz limpia el que subió a escena en primer lugar, seguido de Quico Pí de la Serra. Para hacer del público un coro llegó Manolo Tena, tocar madera por los tiempos que corren y una enérgica Elisa Serna subió el tono comprometido con una crítica original al Gobierno. También Moncho Alpuente cantó dos canciones llenas de ironía, "se perfeccionan las técnicas para matar más y mejor", nos recordaba la primera y con Al alza, al alza hizo reír y cantar a todos.

DULCE LIBERTAD

El cante hondo crítico de Manuel Gerena sencillamente emocionó. "Hoy Libertad se llama Dulce" comenzó diciendo y un torrente de voz llenó el teatro de fuerza y aplausos. Aplausos que se repitieron con entusiasmo y que dieron paso a un esperado Pablo Guerero, que siguió llenando de Sueños la noche.

"Las ciudades son libros que se leen con los pies", cantaba Quitín Cabrera. Julia León interpretó dos preciosos temas sefardíes y Labordeta levantó a todos con Banderas rotas .

Luis Pastor, incombustible, llenó de ritmo el teatro transmitiendo pasión y fuerza reivindicativa y demostrando una vez más que su música es poesía. Marina Rossell impresionó por su preciosa voz y la carga comprometida mientras que Paco Ibánez, cantó a Quevedo con una crítica al poder del dinero y a la sociedad de consumo. Como colofón todos interpretaron A galopar y Tiene que llover con un público que aplaudía sin parar, puesto en pie y satisfecho.