Soldados del imperio, princesas Leia, clones de Obi-Wan Kenobi, incondicionales de Yoda y del malo malísimo Darth Vader desempolvarán su sable de luz y llenarán los cines de todo el mundo el 19 de mayo, el día que los fans de La guerra de las galaxias conocerán el final de la serie más famosa de todos los tiempos.

Así lo ha querido George Lucas, que con Episodio III. La venganza de los Sith pone fin a 28 años de guerras galácticas devoradas por sus seguidores en seis películas. En esta última verán el momento más esperado: el joven jedi Anakin Skywalker se pasa al lado oscuro, arriesgando su amistad con Obi-Wan Kenobi y su matrimonio secreto con Padmé Amidala, que además está embarazada. Seducido por el poder, el bueno de Skywalker se convierte en el temible Darth Vader para dominar la galaxia en esta cinta que Lucas describe como "un Titanic en el espacio", y advierte que "no es como la primera. Es más emotiva. Hará llorar y será recibida como nadie espera ni imagina".

MUSICA DE JOHN WILLIAMS

Como en el resto de la serie, también aparecerá el texto amarillo que introduce al espectador en el universo star wars e inicia la acción. "¡Guerra! La República se desmorona bajo los ataques del cruel Lord Sith, el conde Dooku. Hay héroes en ambos bandos. La maldad está en todas partes. En un movimiento sorprendente, el diabólico líder droide, el general Grievous, se ha adentrado en la capital de la República y ha secuestrado al canciller Palpatine, líder del senado Galáctico. Mientras el ejército separatista droide intenta huir de la sitiada capital con su preciado rehén, dos caballeros jedi lideran una desesperada misión para liberar al cautivo canciller".

Lucas ha elegido este comienzo para despedir un fenómeno cinematográfico que comenzó en 1977 con la música de John Williams (una vez más se encarga de la banda sonora). Y vuelve a contar con Hayden Christensen, Natalie Portman, Ewan McGregor, Samuel L. Jackson y Christopher Lee, además del regreso de Peter Mayhew en el papel de Chewbacca y de otros personajes clásicos como C-3PO o R2-D2.

El título es un guiño a la tercera cinta de la trilogía original, El retorno del Jedi (1983), que estuvo a punto de titularse La venganza del Jedi , aunque finalmente el director desistió por una razón de peso: un caballero jedi, guardián de la galaxia y que cultiva el virtuosismo personal, no puede vengarse. Todo lo contrario a un diabólico sith, cuyo objetivo es terminar con la República.

Hasta aquí la información confirmada por ese genio del márketing que es George Lucas. Pero sus impacientes fans ya se han hecho muchas preguntas, como cuánto tiempo saldrá a escena Darth Vader o si llevará el mismo traje. Los rumores prometen convertir el Episodio III en la película con más batallas de sable láser y varias muertes gloriosas, con un Yoda otra vez en acción y un duelo brutal entre Anakin y Obi-Wan que terminará, como saben sus fieles, con la caída de Skywalker y el renacimiento de Darth Vader, que encabezará un pelotón de la muerte en el Templo Jedi.

Con esta reaparición se debería completar el círculo. Pero no. La fuerza seguirá acompañándonos por obra y gracia de Lucas, que convertirá las seis cintas en 3D y las volverá a lanzar, una cada año, a partir del 2007, para crear otra generación de fans y engordar las abultadas ventas de taquilla, que se calculan en 3.000 millones de dólares.