El momento que ahora vivimos es óptimo para echar la vista atrás e investigar la Guerra Civil Española. Así lo considera el profesor de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Uex y director de las Jornadas Memoria Histórica y Represión en la Guerra Civil Española, Julián Chaves Palacios, que manifestó esta reflexión en la clausura de esta actividad celebrada la pasada semana en la Facultad de Filosofía y Letras. Jornadas que tenían como objetivo analizar cómo afectó la represión ejercida a la región extremeña, entendida como la violencia física y material que sufrieron los dos bandos enfrentados.

Según Chaves, la democracia española está muy consolidada y hay un movimiento social que reivindica la recuperación de la memoria histórica, por lo que --en su opinión-- España está preparada para profundizar más en el conocimiento de lo que sucedió en el conflicto.

Más de 250 personas entre estudiantes, interesados venidos de distintos puntos del país y profesores han participado durante dos días en estas jornadas que han contado con el testimonio no sólo de ponentes expertos como historiadores y estudiosos de aquella época, sino también testigos directos de esa guerra que "nos han traído fotografías y documentos, nos han traído sus vidas", aseguraba el profesor Julián Chaves.

Los testimonios que se han podido escuchar, las investigaciones que llevan a cabo los historiadores y las múltiples entrevistas que los alumnos han realizado a testigos de la Guerra Civil y a sus familiares "han dado como fruto informaciones veraces y contrastadas que ponen en entredicho a muchas publicaciones que hay sobre esa etapa de la historia", sostuvo Chaves en la clausura. Por ello, considera que hay que hacer una revisión de las publicaciones y poner en valor la verdad.

No obstante, reconoció que los libros de texto que estudian los alumnos en sus colegios son bastante fieles a la verdad y que "tampoco se trata de hacer un microanálisis".

CURIOSIDAD DE LOS JOVENES

Asimismo, el director de las jornadas destacó el gran interés que han demostrado los alumnos y que queda patente en la cantidad de preguntas que han formulado a los ponentes, algo inusual en este tipo de actos ya que normalmente a los estudiantes les cuesta arrancar cuando llega la hora de las preguntas.

Además, aseguró que las jornadas son fruto del interés de los jóvenes, de los nietos de las víctimas de la guerra, ya que "son ellos los que nos están haciendo investigar a los historiadores para recuperar la memoria".

Tras las ponencias, una de las conclusiones a la que llegó Chaves, según comentó, es que la represión Nacional fue en Extremadura "sanguinaria y cruel", sobre todo en la provincia de Badajoz donde, dijo, fueron asesinadas más de 12.000 personas, algo que no tuvo parangón en el resto de España.

También destacó la importancia de recuperar la memoria histórica "no con ánimo de revanchismos", sino con el objetivo de saber la verdad.

Por estas jornadas, inauguradas por el consejero de Cultura, Francisco Muñoz, han pasado destacados investigadores y expertos en historia tanto de la Uex como de otras universidades españolas. Entre los testimonios de testigos del conflicto estuvieron los de Ana Cordero Lucas de Cáceres, Eduardo González Soto y Luis González Soto, de Alburquerque y Luis Pla Alvarez, de Badajoz. También aportaron su granito de arena Felisa Castejada, de Casas de Don Pedro, Teo Francos que fue brigadista, Zacarías Jiménez de Logrosán y Juan Antonio Olivera de Almoharín.

Los datos manejados a lo largo de estos dos días fueron escalofriantes. El bando franquista fusiló a 1.170 personas en la provincia de Cáceres, principalmente en comarcas como Campo Arañuelo, Villuercas o Trujillo. Las relacionadas con las condenas a pena de muerte en consejos de guerra terminaron con la vida de 510 personas, siendo el suceso más sangriento el conocido como complot de Máximo Calvo en las Navidades del 37, que se saldó, en menos de 20 días, con la ejecución de 200 personas, según las investigaciones.

En la provincia de Badajoz hubo distintas fases represivas: en agosto de 1936 con el avance de las tropas de Yagüe hacia Madrid; la consolidación de los avances de esas fuerzas mediante práctica de ejecuciones masivas en 1938; tras la caída de la Bolsa de La Serena y tras finalizar la contienda con el regreso de los republicanos a sus pueblos. En total, se pudo haber fusilado en Badajoz a unas 12.000 personas lo que se supone que fue una de las provincias "donde más represión hubo, incluso más que en Córdoba", aseguró Chaves en una intervención.

REPRESION REPUBLICANA

En cuanto a la represión practicada por los republicanos, los datos son más precisos y más pormenorizados al encontrarse todos los óbitos inscritos en el registro civil y también por medio de publicaciones oficiales. Así, las cifras de fusilados se sitúan en Cáceres en 139 ejecuciones, de ellas medio centenar en el municipio de Alía y en Badajoz hubo un total de 1.411, destacando los 447 fusilados en La Serena, los 261 de Llerena y los 278 de las Vegas Altas del Guadiana.

El director general de Promoción Cultural, José María Corrales, aseguró que la Junta prepara una nueva colección de libros sobre memoria histórica.