Esta vez Madonna sí que recalará en España para promocionar su último lanzamiento. El éxito que el icono del pop ha cosechado por estas latitudes gracias a sus Confessions on a dance floor (Confesiones en la pista de baile) se verá recompensado con un concierto en Barcelona y otro en Madrid, a principios de agosto, si bien las fechas y los estadios se están aún negociando. La reina de la música comercial ha reorientado bien esta vez su brújula --tras el fallido American life del 2003--, con este disco en el que rinde un encendido culto a la música dance de los años 70. Todo un atracón de melodías bailables y pegadizas, que le ha asegurado su puesto en el trono.

El primer single, Hung up , ha permanecido 12 semanas en el número uno de las listas españolas y el compacto se ha colocado en la cúspide de 41 países (récord que ya figura en el libro Guinness). Madonna confió en el joven productor Stuart Price (de 28 años), director artístico de su última gira, Re-Invention tour del 2004, y el resultado le ha salido redondo: 200.000 ejemplares vendidos (frente a los 70.000 del trabajo anterior) y 8 millones en todo el mundo.

Los promotores, que no quieren desperdiciar el tirón de la ambición rubia, pugnan por su reencarnación en los escenarios, en una gira que empezará el 21 de mayo en Los Angeles y que, en principio, le hará recorrer desde América hasta Australia, pasando por Europa y Asia. Los días que se ha reservado para España son, de momento, el 5 o el 6 de agosto (Barcelona) y el 8 (Madrid).

ATAVIADA POR GAULTIER

El diseñador francés Jean-Paul Gaultier se encargará de la indumentaria que lucirá en el tour. Es el mismo modisto que se inventó los atrevidos corpiños cónicos que se encasquetó en The blonde ambition tour (1990) y que tantas veces se han inmortalizado. Por otro lado, se sabe que también contará con la colaboración de Giovanni Bianco y que la estética de la escenografía estará inspirada, cómo no, en el espíritu del fenómeno disco de los años 70 y 80, acorde a sus videoclips.

En Sorry , la continuación de Hung up , la lucha entre bailarines del primer clip tiene continuidad y le añade una escena roller disco (discoteca con patines, típico de la época), así como una batalla entre grupos rivales en una jaula. Al final, Madonna hace alarde de su excelente estado de forma a pesar de sus 47 años y de la reciente caída de caballo que sufrió, en la que se fracturó varios huesos y costillas. También con patines, y con lentejuelas y ropa blanca --en lugar del color fucsia que dominaba en el anterior--, protagoniza una espectacular coreografía.

La última vez que Madonna visitó Barcelona fue en el 2001, y su cita fue doble, 9 y 10 de junio. Las entradas para el primer recital en el Sant Jordi se agotaron en sólo tres horas. Y su show supuso un punto y aparte en la historia de los grandes espectáculos musicales.

Por otro lado, entre los próximos compromisos que esperan a la intérprete de Like a virgin destaca su participación en el Coachella Valley Music Festival, un encuentro muy moderno que alberga California y que tiene como invitados a Daft Punk, Franz Ferdinand, Sigur Rós, Massive Attack y Scissor Sisters. El evento tendrá lugar el 30 de abril y allí Madonna ha decidido cantar en una carpa menor, dedicada a la música dance, en vez de en la principal.