Expandir el negocio. El nuevo reto de los videojuegos parece estar más allá de la pantalla, y es, en palabras de Robbie Bach, máximo responsable de la división de juegos de Microsoft, "doblar la industria hasta mil millones de jugadores". Los videojuegos, que mueven desde hace tiempo más dinero que la industria del cine, saben que tienen su porvenir no sólo en las generaciones que crecieron con ellos, sino sobre todo, en lograr nuevas fórmulas que no las alejen a medida que crecen. Así, en Los Angeles, se han visto propuestas más allá del esquema arquetípico de acción, pelis y mucha guerra.

"El camino es desarrollar nuevos sistemas que seduzcan a jugadores casuales, gente a la que no le interesaban los videojuegos, por ejemplo, a las mujeres o a los mayores", explica David Reeves, director de márketing para Europa de Sony Computer Entertainment. Para mujeres, que fueron descubiertas por la industria gracias a Los Sims , "podríamos ver un juego basado en Sexo en Nueva York , por ejemplo", dice Bach.

El sexo explícito, un tabú en los videojuegos hasta no hace muchos años, se consolida con juegos como las segundas partes de Playboy the mansion o The Singles .

Mucho más original y para un público más amplio es Nintendogs , el nuevo proyecto de Shigeru Miyamoto para la consola Nintendo DS. Se trata de un perro al que hay que cuidar, pasear, bañar y mimar, con un lápiz óptico y el reconocimiento de voz. El juego, una versión moderna del tamagochi que ha vendido 400.000 unidades en su hasta ahora único mercado, Japón, se puede jugar por via inalámbrica, y permite, por ejemplo, que si dos usuarios del juego se cruzan con las máquinas encendidas, las consolas se ladren.

Otra apuesta es Eye Kinetics , un juego desarrollado por Sony Computer Entertainment y Nike pensado para hacer gimnasia con la cámara Eye Toy y la Playstation 2. El juego permite crear un programa de ejercicios personalizables que trabajan la flexibilidad, la resistencia y el ejercicio aeróbico y hacer sudar al usuario. El sistema: la cámara propone retos al jugador, que se ve a sí mismo estirando músculos para lograr pasar a la fase siguiente del ejercicio.

La recompensa está en que es mucho más divertido que el espejo del gimnasio, y, además, más cómodo.