Sonó un cañonazo, se abrieron las compuertas y un gran chorro salpicó, por primera vez, el apabullante casco del Oasis of the Seas, de 220.000 toneladas. Los trabajadores del astillero de Stx en Turku, Finlandia, suspiraron, tras un año y medio de intenso trabajo de ingeniería y montaje. Tras hacer historia al posibilitar, con éxito, la puesta a flote del barco de pasajeros más grande y avanzado jamás construido. Caben más de 8.400 personas (6.300 pasajeros y 2.160 tripulantes) en capacidad plena. Mide 361 metros de eslora (largo) y 63 de manga (ancho). Costará mil millones de euros. Y en su interior todo será colosal. Incluso el oceáno parecerá más pequeño.