El objetivo de perfeccionar el español ha reunido en Cáceres al francés Frederic Dijoux y a la estadounidense Kelly Schart. Ambos comparten un piso junto con otros dos americanos y una estudiante francesa. Así, en esta casa el inglés, el francés y el español se alternan según se dé el caso, pero los dos concluyen que su nivel de castellano actual no tiene nada que ver comparado con el que llegaron. "Ha mejorado mucho, como mínimo un 60%", asegura Dijoux, que confiesa aun así que todavía está en un nivel de "español Erasmus". El español de ella también "ha mejorado", aunque aún le cuesta entender y hacerse entender porque, confiesa, "no estudio mucho".

El es de Reunion (Francia), tiene 23 años, estudia Geografía y Lenguas Extranjeras y llegó a Cáceres en septiembre con una beca Erasmus. Ella es de Boston (EEUU), tiene 24 años, es fotógrafa independiente y está en la ciudad desde enero por dos amigos americanos que colaboran como lectores en un instituto cacereño. El objetivo de ambos es mejorar su español y, al mismo tiempo, vivir un experiencia en un país diferente al suyo. "La gente aquí es muy simpática y tranquila y me gusta mucho España, sobre todo la siesta", afirma Schart.

Frederic Dijoux asegura que la experiencia personal es muy satisfactoria y "recomendable", aunque reconoce que no tiene muchos amigos españoles, pero sobre todo valora la utilidad para el idioma. "Es más fácil aprender de esta manera", declara. Además del español de supervivencia para el día a día, asiste al curso de español para extranjeros de la universidad.

El eligió Cáceres por recomendación de conocidos que le hablaron de una ciudad "muy bonita y que estaba muy bien". El ya ha descubierto otros valores "recomendables" para cuando vuelva a su país: "La calidad de vida de la ciudad y que es menos cara que otras de España".