Pasar un periodo estudiando en una universidad ajena a la que se viene realizando la carrera es una idea que cada vez atrae a más estudiantes extremeños. El número de alumnos que se acoge a alguno de los programas de movilidad que ofrece la Universidad de Extremadura --los más demandados son Erasmus y Séneca-- crece cada curso y la tendencia es a que esa línea se mantenga al alza. Hecho que no supone la pérdida de alumnos para la Uex, según puntualiza la Vicerrectora de Alumnos, María Luisa Campo Guinea, cuando asegura que la universidad "promueve la movilidad desde todos los puntos de vista, pero se mantiene el equilibrio entre los que se van y los que vienen".

El programa Séneca es el ejemplo más claro de esta tendencra. El curso pasado se concedieron 105 becas de este tipo, una cifra que supone un incremento del 110% respecto al periodo anterior. Para este año académico, 2003/04, la Universidad de Extremadura tiene una lista de acuerdos con un total de 493 facultades de 44 universidades españolas, entre privadas y públicas. Para este curso la Uex ofrece 639 plazas, un 3,6% más que el pasado, se han tramitado 230 solicitudes de las que se han concedido 169. No todas cumplían los requisitos, la mayoría académicos, que se exigen para participar en el programa.

El hecho de que no se cubran todas las plazas es positivo, según la vicerrectora. "Que no sobraran plazas significaría que no estamos haciendo bien nuestro trabajo que principalmente consiste en ofertar cuanta más variedad, mejor, con una amplia gama de opciones. Si se cubren todas, eso supondría que la oferta no es suficiente", dice Campo Guinea.

Séneca y Erasmus son dos programas que basan su razón de ser en ofrecer a los alumnos la oportunidad de realizar un periodo de estudios en una universidad distinta a la que está matriculado. El primero supone intercambios con centros académicos españoles y el segundo con universidades de la Unión Europea. Pero a pesar de que Erasmus es un programa internacional y Séneca nacional, este último está bastante mejor dotado económicamente. "Las Sénecas son un agravio comparativo con las erasmus", dice Campo Guinea. Esto se traduce en que con una Séneca, un estudiante dispone de suficiente dinero como para costearse un alojamiento y tener para sus gastos en una ciudad española. Pero con lo que se da para la Erasmus, sin ningún otra ayuda, prácticamente no hay para pagar los dos primeros meses de estancia en un país extranjero.

Aún así, 277 alumnos de la universidad extremeña decidieron el curso pasado hacer la maleta y embarcarse en esta aventura. Se repartieron en 103 facultades europeas de las 302 con las que la Uex tiene un acuerdo. Este curso lo han hecho 313 estudiantes de la región.

Todas estas cifras implican un gran esfuerzo burocrático para la universidad, que tiene que hacer un seguimiento personalizado de cada uno de estos estudiantes. Pero no sólo de los que se van, también de los que vienen, en el 2002/03 fueron 293 estudiantes extranjeros que conocieron la Uex.

Aunque la mayoría de estudiantes que se acogen a este programa hablan maravillas de la experiencia, no todas las situaciones que tienen que pasar son fáciles. Por ello, tanto los que van como los que vienen, cuentan con el apoyo de un coordinador que hace las veces de psicólogo particular. Tal y como confirma Campo Guinea, más que académicos los problemas de estos alumnos se centran en las dificultades con el idioma (un handicap que aunque se contemple antes del viaje, es más duro cuando se ve en directo), en encontrar alojamiento, en adaptarse a otra cultura... son muchos los correos electrónicos que reciben los coordinadores en esta línea.

Pero también se dan algunos que otros problemas burocráticos, fruto de la dificultad que supone la coordinación entre distintas instituciones. Por ejemplo, en la recepción de notas que hay veces que se retrasan. "La Uex en esos casos tiene una política de absoluta flexibilidad para favorecer al alumno. El no es culpable de esa situación y nuestra tarea es facilitarle el camino", dice la vicerrectora.

Otra cosa que hace la Uex por sus erasmus es ofrecerles cursos intensivos de idioma el verano antes de irse al país de destino y mientras están allí, hacer de puente entre la nueva universidad en que estudiará. Es decir, si un estudiante de la Uex tiene algún problema con matrículas, profesores, asignaturas... puede pedir a su coordinador que haga de intermediario.

Pero el trabajo no termina con los que se van, también hay que facilitar el camino a los cerca de 300 estudiantes extranjeros que vienen. Cursos intensivos de lengua española, facilidades para encontrar alojamientos, información de todas las actividades que se ofrecen y un seguimiento personalizado son algunas de las tareas de la Uex, según explica la vicerrectora.

La movilidad que gestiona la Uex no sólo es con fines académicos, también laborales. Hay muchos profesores que cada año se integran en uno de estos programas, y también nuevos titulados. Como las ayudas a la inserción laboral, denominadas Argo, que se pusieron en marcha el curso pasado para realizar prácticas en el extranjero. 462 titulados de la Uex tramitaron su solicitud para este programa, de ellos 27 titulados obtuvieron beca. En Argo participaban unas 70 universidades, de ellas la de Extremadura quedó en el puesto 11 de las que más becados consiguió, según explica Campo Guinea. Estos resultados animaron a la Junta de Extremadura a realizar un programa similar, denominado Quercus, en esta ocasión restringido a la región, que se pone en marcha este año.

Pero también hay otros proyectos de movilidad con latinoamérica, como pueden ser las redes temáticas, dice la vicerrectora. Esto consiste en que tres universidades españolas se ponen en contacto con otras tres de latinoamérica para desarrollar un proyecto de investigación. Este curso la universidad extremeña ha presentado la solicitud para participar en tres de estas redes temáticas.

Pima y Alfa son los nombres de otros dos programas que promueven el intercambio con latinoamérica. Acogidos al primero hay seis estudiantes extremeños este curso y han venido otros tantos latinoamericanos a centros de la región. En este sentido, Campo Guinea quiere recalcar la calidad de los becados que se van fuera y de los que vienen. "Recibimos gente de una calidad extraordinaria, con una formación excelente y un potencial francamente alto", incide la vicerrectora.

Actualmente, está abierto el plazo de solicitud para participar en una convocatoria para uno de estos programas del Ministerio de Asuntos Exteriores denominada MAE-AECI.

La Universidad de Extremadura también dispone de un programa propio, es decir financiado con fondos de la Uex, para trabajar en cooperación y proyectos de desarrollo, dice Campo. "Para hacer todas esas cosas que no están cubiertas por otros programas".