Las previsiones no fallaron y la película de Icíar Bollaín, Te doy mis ojos , se convirtió en la gran triunfadora de los Goya al conseguir siete cabezones , acaparando todos los mejores (película, dirección, actor, actriz, guión original, actriz de reparto y sonido).
Pero a pesar de que el cine español tenga una cosecha más que aceptable durante el 2003 o que era una noche destinada también a homenajear al cine iberoamericano, las películas no fueron las protagonistas del sábado. Durante la gala se acabó hablando más del no a ETA y la polémica suscitada por la nominación del documental de Medem que de las virtudes del cine español.
No al terrorismo. Sí a la libertad de expresión fue el lema de la pegatina que mayoritariamente escogió el mundillo del cine para lucir en la solapa durante la entrega de estos premios. Así, querían expresar su rechazo a ETA y, al mismo tiempo, defender la legitimidad de La pelota vasca. La piel contra la piedra .
De este modo, la entrega de los Goya se convirtió en una noche en la que, como el año pasado, la política volvió a enseñorearse. En las horas previas al inicio de la gala, los alrededores del Palacio Municipal de Congresos de Madrid se convirtieron en el escenario de una agria batalla dialéctica entre detractores y partidarios del cineasta vasco, cuya llegada al lugar marcó el momento de máxima crispación, con gritos, insultos, abucheos y ovaciones.
EL RECUENTO
Pero al margen de la polémica y atendiendo a los resultados, si hay que hablar de una película perdedora, ésta podría ser Soldados de Salamina , de David Trueba, que sólo consiguió una de las ocho estatuillas a las que optaba, la de Mejor Fotografía. Otra de las favoritas de la noche, Mi vida sin mí , de Isabel Coixet, ganó dos de los cinco Goyas a los que estaba nominada, a la Mejor Canción Original y el Mejor Guión Adaptado. Cinco Goyas, aunque de carácter técnico, se llevó una de las películas más taquilleras de 2003, La gran aventura de Mortadelo y Filemón , que hizo pleno al hacer realidad todas sus nominaciones. Uno ganaron Carmen (vestuario), de Vicente Aranda; Días de fútbol (Fernando Tejero, actor revelación), de David Serrano y En la ciudad (Eduard Fernández, actor de reparto), de Cesc Gay.
La película de la polémica en esta XVIII edición de los Goya, el documental de Julio Médem La pelota vasca. La piel contra la piedra , no obtuvo premio, galardón que en su categoría fue para Un instante en la vida ajena , de José Luis Pérez Linares.
El Goya para la actriz revelación fue a parar a la joven María Valverde por su debut en La flaqueza del bolchevique . Por su parte, el Premio al Mejor Director Novel se lo llevó Angeles González-Sinde, por La suerte dormida .
La academia española otorgó a Good bye Lenin! , de Wolfgang Becker, el Goya a Mejor Película Europea, mientras que la argentina Historias mínimas , de Carlos Sorin, se llevó el de Película extranjera de habla hispana. La mejor película de animación El Cid, la leyenda , y el corto de ficción Sueños , de Daniel Guzmán.
