Esta temporada, las marcas han entrado en una espiral ascendente para ver quién tiene la mil deportiva más ligera y más potente. De todas, Yamaha fue la primera en romper el fuego cuando en otoño presentó la nueva YZF-R1, la primera moto de calle en igualar la relación peso-potencia con 172 kilos y 172 CV. Pero lo mejor de todo es que, cuando el sistema de presurización del aire trabaja, el máximo la potencia llega hasta 180 CV. Hace unos años, fabricar una moto que pesara un kilo por cada caballo de potencia parecía un objetivo inalcanzable.