Hay muchas formas de compartir imágenes: mandarlas por correo electrónico, ponerlas en un fotoblog o verlas en un visualizador. Pero pese a todas estas modernidades, para las marcas de foto, lo mejor sigue siendo el papel.

Y así lo dejaron claro en Sonimagfoto, feria del sector fotográfico celebrada en octubre.

Además de una variada oferta de minilabs para tiendas y quioscos digitales para imprimir en cualquier parte, las impresoras domésticas destacaron en la feria, compartiendo espacio en los estands con las cámaras. "No hay nada mejor que el papel. Por suerte crece la impresión en tienda y también en casa. Una opción no quita la otra", dice Alejandra de la Lama Noriega, de Kodak.

PRESTACIONES

Las nuevas impresoras fotográficas caseras siguen en una línea que ya estaba clara: "Son independientes del PC y cada vez hay más posibilidades de conexión", comenta Marta Muzas, de Canon. Imprimen fotos desde tarjetas de memoria, desde el móvil, mediante conexión Bluetooth e infrarrojos o con los sistemas Pictbridge e Imagelink de conexión directa a la cámara. Puestas a ser independientes, algunas hasta dejan los cables de corriente y llevan batería. En la competencia entre laboratorios e impresora doméstica, parece que la balanza se inclina hacia la primera opción cuando se trata de hacer muchas copias y de ahorrar. "Imprimir en tiendas es más barato y da más calidad. La doméstica cubre necesidades puntuales y destaca porque es práctica", dice Armand Pérez, de Fujifilm.

Su opinión, en contra de lo que algunos fabricantes dicen, coincide con los últimos datos de la Photo Marketing Association (PMA), que indica que imprimir en casa aún es más caro y que por eso el usuario valora la impresión casera sólo para copias rápidas.