A finales de este año está prevista la instalación en la Universidad Politécnica de Valencia de un observatorio que mida la actividad en transferencia de tecnología de las universidades y centros públicos de investigación de toda Europa. Un proyecto que comenzará a tener los primeros resultados a finales del año 2004, según informó Fernando Conesa, director del Centro de Transferencia de Tecnología (CTT) de la UPV, en el marco de la I Conferencia anual de la Red ProTon-Europe. Un foro que la pasada semana reunió en este centro valenciano a más de doscientos expertos responsables de las oficinas de transferencia de tecnología de universidades y centros de investigación europeos. En este marco, debatieron sobre la situación actual de la innovación y transferencia de tecnología en Europa.

PROYECTO

Actualmente, el observatorio está siendo desarrollado por un equipo de trabajo formado por personal del CTT, en colaboración con el Instituto UPV-CSIC de Gestión de Innovación y el Conocimiento (Ingenio), y permitirá visualizar la contribución de las universidades en materia de transferencia de tecnología, según Fernando Conesa.

Conesa también dijo que "la creación de este observatorio, que supone un hito europeo, servirá también de interlocutor para comparar las oficinas de transferencia de tecnología de los distintos países europeos y establecer pautas de colaboración entre ellas".

El proyecto, que cuenta con la financiación de la Unión Europea, se ejecutará en los próximos tres años.

Conesa explicó que "a través de internet, este observatorio proveerá a los miembros de la Red de una amplia base de datos con información de las oficinas de transferencia".

"Igualmente podrá intercambiar conocimientos y experiencias entre ellas, en diferentes aspectos tales como los mecanismos de relación universidad- empresa, la protección de derechos de propiedad intelectual y las licencias de tecnología o la generación de empresas en el ámbito europeo", constató Conesa.

Por otro lado, la red OTRI de universidades españolas ha encargado a la Politécnica de Valencia un estudio para la puesta en marcha de una escuela para la formación de gestores en I+D+I. Esta escuela responderá a la pauta marcada por la Declaración de Bolonia, que incide en la necesidad de formar a los alumnos en aquellas cuestiones que las empresas demanda y la innovación es sin duda, uno de ellas.

"De ahí, que en un futuro no muy lejano sea necesario entrenar a nuestros alumnos para que desarrollen habilidades en temas de I+D", indicó Fernando Conesa.

Conesa destacó finalmente la labor que desde hace años viene desarrollando en este campo la Universidad Politécnica, que en estos momentos cuenta con 700 becarios (más de la mitad de los alumnos que se licencia cada año) implicados en proyectos de investigación.