Los sistemas de distribución musical siguen reinventándose y las discográficas, buscando vías para evitar el naufragio, pues en seis años las ventas han bajado a menos de la mitad y la previsión para el 2007 es que caigan un 15% más. Mientras tanto, cada vez son más los artistas que optan por prescindir directamente de los intermediarios.

Radiohead fue recientemente el primero en puentear a su discográfica y vender en internet su nuevo disco. El comprador es quien decide el precio --en plan "deme la voluntad"--. Y a la semana de colgar In rainbows , se lo descargaron 1.2000.000 personas, que pagaron de media 6 euros. La pirueta le ha salido redonda: ganó más que la suma de sus tres anteriores trabajos: casi 7 millones de euros. En el modelo de negocio tradicional, hubiera recibido por cada disco unos 0,6 o 1,4 euros.

DE OASIS A MADONNA

La respuesta de otros grupos no se hizo esperar. Primero Nine Inch Nails anunció que después de 18 años finalmente son libres de ofrecer su música donde y como quisieran. Oasis, Charlatans y Jamiroquai han adelantado que seguirán el ejemplo y venderán sus próximos discos directamente a los fans. Ash regalará las canciones --no el disco completo-- cuando crea que valen la pena. Y luego está el caso de Madonna, que ha firmado un acuerdo con una empresa de promoción de conciertos que se encargará de distribuir sus discos, promocionar sus recitales y vender merchandising con la marca de la cantante. Aunque no se ha deshecho totalmente de los intermediarios, sí que se ha desentendido de su discográfica --llevaba 25 años con Warner-- para que su música llegue a sus seguidores.

El trío barcelonés Sidonie grabó un concierto para colgarlo él mismo en Youtube. Cachitos de su pop de raíz psicodélica en este espacio donde "muchas veces son los fans los que cuelgan al cabo de dos días las imágenes que han tomado como han podido con sus móviles o cámaras. La idea --explica Axel, el batería-- es que un concierto tan especial, el de presentación de Costa Azul , cuente con una grabación muy cuidada, de calidad óptima".

Por su parte, el reclamado productor y músico Carlos Ann permite que su último disco, La nada , cueste precisamente esto: nada. "Dejo que la gente lo descargue gratis a través de mi web para que más personas puedan descubrir mi propuesta. Hay quien no tiene suficientes recursos para adquirir el disco, sobretodo en Latinoamérica dónde es tres veces más caro. Además, mis últimas experiencias con las distribuidoras han resultado muy dudosas y no existe la manera de poder saber lo que vendes", se lamenta. De momento, ya ha tenido unas "50.000 descargas".

Ann también comenta que Enrique Bunbury, después de conocer su osadía, le dijo "que para su siguiente disco le gustaría colgar canciones que no aparezcan en el álbum y regalarlas por internet".