Un diminuto chihuahua, de tan solo diez centímetros de altura, ha sido inscrito en el libro Guinness de los Récords como el perro más pequeño del mundo. Lana Elswick, la dueña de esta mascota tan particular, asegura que al nacer era tan pequeño como su dedo pulgar, y que debía alimentarlo con un gotero para ojos cada dos horas.

Esta americana del estado de Kentucky, tan orgullosa de su perro y de haber conseguido criarlo, espera ansiosa el certificado del Guinness para mostrárselo a todo el mundo.