Como un canto a la vida retrata Antonio Mercero la lucha contra el cáncer que sufren un grupo de adolescentes recluidos en un hospital. Planta cuarta es una adaptación al cine de la obra de teatro Los pelones en la que su autor, Albert Espinosa, registró sus vivencias con esa enfermedad que descubrió a sus 14 años.

Fue el humor contenido en Los pelones lo que llamó la atención de Mercero, como comentó la pasada semana el cineasta en la presentación de la película, una cita a la que acudió acompañado por Albert Espinosa, además de Juan José Ballesta, Luis Angel Priego y Gorka Moreno, los tres protagonistas de Planta cuarta , que se estrena el próximo día 31.

"Estaba escribiendo un guión cuando me pasaron Los pelones -señala Mercero-, pero me asustó mucho que la obra hablase de chavales de 14 años con cáncer. Era un tema difícil para llevar al cine, pero la sorpresa surgió al leerla, porque, paradójicamente, había mucho humor en ella. El humor y la solidaridad de los propios chavales que luchaban por la vida, por su supervivencia".

HUMOR Y CANCER

El humor es esencial en Planta cuarta , donde se narran las peripecias de Izan, José Angel y Dani, tres chicos que llevan ya tiempo internados, enfermos de cáncer, pero sus vidas lejos de estar marcada por la angustia, está llena de correrías por el hospital, entrenamientos de baloncesto y escapadas al sol del patio. Lo que no les impide recibir con cariño al nuevo chico que llega a la planta con la sospecha de que la enfermedad se cierne sobre él.

Y ese humor, esas risas, son lo que más recuerda Albert Espinosa de sus diez años a cuestas con el cáncer, desde los 14 a los 24, como él mismo explica. "La película cuenta esos años de mi vida. Cuando veía películas sobre el cáncer no me sentía identificado porque hay mucho más humor en la realidad. De un año, pasas un mes mal, pero los otros estás ahí recuperándote. Yo en el hospital perdí una pierna y un pulmón, pero no la ilusión de luchar".

En ese tiempo, hubo dos días claves que coincidieron con algo relacionado con el cine de Mercero, de ahí que Espinosa buscase de forma especial a este cineasta, cuya obra admira, para llevar al cine más que su texto teatral, su vida.

Mercero, que es un experto en el trabajo con chavales, recuerda el rodaje de Planta cuarta , en este sentido, como mucho más sencillo que otros. Una vez que se decidió por los tres chicos, a quienes pedía "naturalidad y espontaneidad". Y a quienes luego sometió a dos meses de ensayos con sillas de ruedas, ya que los protagonistas padecen cáncer de huesos y las utilizan para moverse.

Los tres protagonistas también visitaron centros de rehabilitación donde entraron en contacto con jóvenes enfermos. "Se nos pegó algo de ahí y esta película les va a ayudar mucho", comenta Luis Angel Priego, mientras Gorka Moreno añade: "eran muy majos, no se les notaba preocupados". Y Juan José Ballesta dice: "para el papel éramos nosotros mismos, leíamos el guión y luego Mercero nos decía. ´más triste´, ´más serio´ o ´más contento´".

Por su parte, Mercero entiende que el gran logro de Planta cuarta es haber logrado el equilibrio entre el humor y el drama, sin cargar las tintas en uno u otro extremo. "No podíamos caer en el excesivo lloriqueo ni en un humor loco. El humor surgió de la naturalidad de los protagonistas, pero no es disparatado.".