El responsable de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, Francisco Marcellán, asegura que las plantillas del sistema universitario público están bastante "envejecidas" y el profesorado nuevo, con altos grados de formación, está "relativamente desubicado y sin una perspectiva a corto plazo".

Según Marcellán, las universidades se deben plantear qué mecanismos van a poner en práctica a medio plazo para absorber a esas personas, muy bien formadas pero que no tienen un encaje muy claro en el sistema a través de los cuerpos docentes

El responsable de Aneca apunta que algunas universidades han emprendido un plan de jubilaciones anticipadas para hacer frente a este asunto.

A un docente de 69 años, al borde la jubilación, no se le debería pedir que imparta clase a estudiantes de primero de carrera, que son de otra generación. "Ellos podrían encargarse de formar profesores, por ejemplo o investigadores, unatarea impagable que no existe en la actualidad".

Marcellán apuntó que quizás falte, "y es una reivindicación altamente sentida", definir un Estatuto del Profesorado, en el cual se diga qué se puede pedir a cada docente en términos generales y por áreas de conocimiento, pues todos no son iguales.

También se refirió a cómo el sistema universitario debería estimular el trabajo bien hecho, con "diferentes niveles" en función de la labor docente e investigadora rigurosa.