Los dos conjuntos en los que militó han sido reivindicados como estandartes del rock de nueva generación, pero Peter Doherty ha decidido dotar de nuevas alas a su espíritu trovadoresco. Definido como poeta de la calle, Doherty capeó su último año exponiendo sus obras de arte, primero en Londres y luego en París. Cuadros pintados con su propia sangre, como seguramente también la carátula de ´Grace / Wastelands´ --en la foto-- en la que aparece una mujer semidesnuda, con una mano sobre su sexo (tapado).

Doherty explora su corazón desolado, y en lugar de distorsionar la verdad, se esfuerza por exprimirla. "He aprendido que no hay nada en mi vida diaria o nada de lo que pueda hacer que cambie la forma en que se me percibe o cómo soy presentado. Es completamente imposible", admite el nuevo Peter.