El rector de la Universidad de Extremadura, Francisco Duque, preguntó el pasado 28 de enero a los que cuestionan "la necesidad del cambio en la universidad" si "¿acaso funcionan tan bien las universidades españolas para que no merezca la pena tocarlas?". Aprovechó su intervención en el acto de Santo Tomás de Aquino --patrón de los centros educativos-- para, tras repasar los principios que sustentan los objetivos del llamado Plan de Bolonia, cuestionar a qué "tipo de profesores no les puede agradar este contexto". Y tenía respuesta: "Sin duda alguna, a los que pueden perder y van a perder algunos privilegios de los que disfrutan, que no son pocos".

El rector ofreció este discurso tras la presentación --un día antes de esta señalada jornada festiva en la universidad-- de la Asociación para la Defensa de la Carrera Académica del Profesorado de la Universidad de Extremadura.

Aunque no se refirió de manera explícita al nuevo colectiva, Francisco Duque advirtió de que la aplicación de los principios de Bolonia "no está exenta de que se desvirtúen por comportamientos individuales o colectivos". Aseguró también que para los profesores esta reforma --"que no tiene comparación con ninguna de las que ha ocurrido anteriormente"-- supone "esfuerzo, tiempo, recursos, rendiciones de cuentas y evaluaciones por algo más que no sea el tiempo que llevan en la universidad, porque a lo mejor a la que hay que darle el premio es a la universidad".

Duque se mostró convencido en su intervención de que hay que cambiar "muchas cosas, algunas delicadas" y por ese motivo pidió la complicidad de las fuerzas políticas a nivel nacional.

SISTEMA DE GOBIERNO

Entre las modificaciones que debe sufrir la universidad española, el rector extremeño apunta al sistema de gobierno universitario, "que es propio de la época de transición, de tipo asambleario, donde las normas nacionales están hechas suponiendo una condición del profesor más cercana a lo divino que a lo humano, y evidentemente estamos en lo humano", aseguró.

En su intervención también se refirió a un estudio internacional publicado recientemente basado en parámetros de rendimiento académico que compara el sistema universitario de 14 países europeos, con el de Estados Unidos y Australia. El español ocupaba el último lugar, según especificó el rector de la Uex. "Esto contrasta con la elevada autoestima que el profesor universitario en nuestro país suele tener de la excelencia, fruto de unas exigencias relajadas. No me puedo explicar que una sumatoria de excelencias pueda llevar a ese resultado global a no ser que sean excelencias subjetivas", aseguró.

Respecto a la implantación de los principios de Bolonia, se refirió al cambio en el modelo pedagógico, a las ventajas relacionadas con la movilidad y negó que la entrada del empresariado suponga la mercantilización de la universidad, sino que "da valor en prácticas y en investigación. A ver si los pocos que nos llegan los vamos a echar".

Para terminar su discurso, pidió a la sociedad que "confíe en la universidad, que la apoye y que las vea como un aliado estratégico, para ese nuevo modelo de conocimiento".

DISTINCIONES HONORIFICAS

En el capítulo de homenajes, la Universidad de Extremadura reconoció el esfuerzo de 109 alumnos que han conseguido los mejores expedientes así como los premios de licenciatura y doctorado. También se homenajeó a los 64 miembros de la comunidad universitaria que han cumplido veinte años de servicio y a 31 jubilados a lo largo del último año.