Al otro lado del Espacio Europeo de Enseñanza Superior al que España trata de adaptarse, se fragua una alternativa que está por descubrir, el espacio iberoamericano, cuya principal argamasa es la lengua.

Habituados a soñar con la London School of Economics, con imitar a los colleges de Oxford y Cambridge y mirar hacia Harvard o el Instituto Tecnológico de Massachussets, son pocos los que aquí reparan en las universidades latinoamericanas que cuentan con satélites de comunicaciones propios, o cadenas de TV, como es el caso de la Universidad de Monterrey, en México, o que disponen de plantillas con un 80% del profesorado con un doctorado de prestigio.

Desde que dejó la nave del F²rum Universal de las Culturas, Jaume Pagés (Girona, 1946) ha tenido la oportunidad de conocer mejor a algunas de esas "magníficas" universidades como consejero delegado de Universia, el portal de internet en castellano y portugués más frecuentado por los estudiantes universitarios, al que se incorporó en diciembre.

EN PORTUGUES Y ESPAÑOL

El portal se ha convertido en un puente entre el sistema universitario europeo y el latinoamericano, del que, según Pagés, "sólo se pueden derivar beneficios para unos y otros".

Pagés, exrector de la Universitat Polit¨cnica de Catalunya (UPC), cree que el sistema universitario latinoamericano tiene "una potencia extraordinaria", no sólo por la calidad de algunas de sus instituciones y dirigentes académicos --"en Brasil, por ejemplo, hay universidades como las americanas de primer nivel", asevera--, sino también por la composición demográfica del continente y sus perspectivas de crecimiento.

"Hay países con un 70% de la población con menos de 20 años. Y un deseo grande de prosperar a través del estudio, ganas de esforzarse. Ese es un capital que no se puede desaprovechar", explica.

Universia España, que reunió el pasado 19 y 20 de mayo en Sevilla a cerca de 400 rectores, la mayoría de ellos latinoamericanos, para intercambiar experiencias y puntos de vista, es una sociedad mayoritariamente en manos de las 71 universidades españolas, pero que preside el también presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, que detenta un 30% de la propiedad. Botín desempeña el papel de mecenas del proyecto, al que destina un 0,5% de los beneficios netos anuales del banco.

FINANCIACION DEL PROYECTO

Pagés, que accedió al cargo a propuesta de su antecesor, el exrector de la Universidad de Alicante Andrés Pedreño, no ahorra elogios a "la generosidad" del grupo bancario que ha logrado que 843 universidades de España (todas), Portugal y Latinoamérica se sumen a la empresa.

Defensor de la universidad pública, el exrector dice no haber detectado "ningún tipo de recelo" sobre la composición accionarial de Universia. "Creo que esta situación está superada, que todo el mundo ha acabado aceptando que no hay nada detrás de la financiación del proyecto".

Pagés sostiene que el propio Botín nunca ha ocultado que él impulsa este tipo de actividades "porque es un banquero, y el banco sólo puede ir bien si la sociedad va bien y para ello es necesario que la universidad funcione".

Universia, con portales en nueve países del continente americano, además de España y Portugal, guía a los que quieren acceder a una carrera y a los que aspiran a una beca o ayuda para cursar los estudios, además de facilitar orientación laboral a graduados.

BOLSA DE TRABAJO

Sólo en España la bolsa de trabajo, en la que están colgados unos 60.000 currículos de recién licenciados, ha hecho posibles unos 5.000 empleos anuales.

Pagés presume de la biblioteca virtual que posee un millón de recursos didácticos clasificados, a la que pueden acudir los docentes, y habla con ilusión de la puesta en marcha de un proyecto que define como un ejercicio de "transparencia de la actividad docente".

Este sistema consiste en "exponer en la red todo tipo de material docente, desde los apuntes, a los programas de estudio y sus objetivos, para que puedan ser sometidos al debate, a la discusión, a la crítica, lo que ayudará a mejorarlos". Se trata de "atreverse" a algo que ya se practica en el campo de la investigación: dar publicidad a los descubrimientos para someterlos al contraste de pareceres. El sistema universitario europeo tendrá entonces una idea más que importar del iberoamericano.