Siete años después de que el Informe Universidad 2000 promovido por los rectores de las universidades españolas recomendara la urgente puesta en marcha de un sistema de préstamos para los estudiantes, como habían hecho otros 50 países, el Gobierno ha decidido hacerle caso. El Consejo de Ministros estudió el pasado viernes un informe de la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, que da luz verde a la implantación de un programa de becas o préstamos retornables por un importe máximo de cobro inicial de 6.000 euros, a interés nulo, para cursar estudios de máster oficial un máximo de dos años académicos. No habrá que reembolsar las ayudas hasta que no se alcance un nivel de renta que permita hacerlo.

El sistema se pondrá en marcha en septiembre, con el año académico 2007-2008, y las previsiones presupuestarias (para el primer cuatrimestre ya figuran consignados 50 millones de euros en los presupuestos del 2007).

Los préstamos han sido diseñados para estudiantes que ya cuentan con una diplomatura o licenciatura y se matriculan en un máster de especialización o profesionalización de uno o dos años, o sea, que se hallan próximos al acceso al mercado laboral. Pero no tendrán que devolver el dinero cuando empiecen a trabajar, sino cuando alcancen un umbral de unos 22.000 euros. El interés real será cero, aunque probablemente se fije una actualización en función de la depreciación del dinero. Además, una vez que se ha empezado a pagar, si el nivel de renta baja, el pago se interrumpe y solo se reanudará cuando se pueda hacer frente con cierta comodidad. Si tras 15 años no se ha conseguido llegar a este nivel , la deuda queda extinguida.

"A los mileuristas no se les exigirá la amortización del préstamo", asegura un alto cargo ministerial. Otra de las características de las becas retornables es que su reembolso se interrumpirá temporalmente en caso de desempleo. El nuevo sistema no viene a sustituir a las becas, sino que convivirá con ellas, tal y como reclamaba el Informe Universidad 2000. Fuentes ministeriales destacan que por primera vez se habilitarán unas ayudas que permitirán a los estudiantes "recibir entre 700 y 1.000 euros mensuales durante 20 meses de estudio, más el importe de la matrícula", unas condiciones muy superiores a las que disfrutan los becarios. El Informe Universidad 2000, que fue dirigido por Josep Maria Bricall, exrector de la Universitat de Barcelona.