Los europeos del Neolítico no podían consumir leche porque carecían de un gen específico para digerirla, asegura un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Científicos del University College of London y de la Universidad de Mainz (Maguncia) dicen que un examen genético de esqueletos de entre 5.840 y 5.000 años a.C. reveló la ausencia del gen. Sin embargo, el estudio añade que a través de la exposición a la leche, esos europeos comenzaron a desarrollar rápido la tolerancia a la lactosa.