El sindicado CSI-CSIF de enseñanza acoge el programa IRIS con satisfacción aunque consideran que la mejor forma de hacer frente a este tipo de patologías es actuando en la sociedad.

El presidente del colectivo en Extremadura, Adrián Vivas Galán, asegura que, en torno a un tercio de los docentes de la región están de baja como consecuencia de algún trastorno psicológico derivado de su trabajo. Vivas considera que el principal problema se encuentra en que "todo el mundo opina acerca de nuestro trabajo: los niños, las administraciones, los padres...Todo el mundo cuestiona tu trabajo y eso acaba minando la ilusión y la vocación".

Vivas, que es porfesor de Literatura en un centro de secundaria de la región, asegura que la actitud de los chavales desemboca en muchas ocasiones en una situación de apatía y desgana entre el profesorado. "Vas perdiendo autoestima y te planteas qué te falta para llegar a los alumnos, hasta tal punto que llegas a tener miedo a ir a clase y acabas por cortar incluso las relaciones familiares".

El sindicato reconoce también que este tipo de patologías deberían ser atendidas por los servicios de prevención de riesgos laborales. Vivas hace referencia a una sentencia de 27 de diciembre de 2002 del juzgado de los Social nº 16 de Barcelona, que consideraba como un accidente laboral el caso de síndrome de burnout que padecía una profesora.

El presidente del sindicato manifiesta que "todos los programas encaminados a reducir este fenómeno serán bien recibidos por el colectivo deocente, aunque el principal antídoto pasa por dignificar la profesión y contar con mayor colaboración por parte de los padres".

Vivas coincide con el estudio de la Uex en que "los trastornos psico-emocionales en eltrabajo se derivan de la falta de recursos para afrontar el estrés, ya que el estrés laboral no tien por qué ser perjudicial si el trabajador se siente realizado con la función que desarrolla".