El francés Michel Schneider intenta "rehabilitar el verdadero rostro" de Marilyn Monroe reconstruyendo al mito en sus momentos más inermes, durante sus encuentros con el que fuera su último psicoanalista, en la novela Ultimas sesiones con Marilyn . Norma Jean Baker, la niña que sufría de constante abandono, se inventó una máscara, la de Marilyn Monroe, para lograr ser amada, un disfraz que se volvió en su contra al convertirla en un ilusorio objeto de deseo de fragilidad extrema y virtudes ignoradas que no pudo huir de un trágico final. A medio camino entre la novela y el ensayo, Ultimas sesiones con Marilyn (Alfaguara) retrata la compleja relación entre la actriz y su psicoanalista Ralph Greenson, historia "que sobrepasó todos los códigos deontológicos hasta convertirse para ella en una dependencia psicológica y emocional", explica a Efe el también psicoanalista y escritor Michel Schneider, autor de la novela. Schneider ha imaginado lo que se dijo en aquellas sesiones.